Todos/as tenemos que tirar del carro del euskera

Fecha27 | 02 | 2025
Euskaraz Bizi

Euskararen gurditik denok tira egin behar dugu

Iñigo Orella Altzueta

Andra Mari ikastolako zuzendari pedagogikoa

Artículo de opinión - naiz egunkaria

 

Esto es una traducción, el artículo original está escrito íntegramente en euskera.

No son pocas las voces que en los últimos tiempos están advirtiendo de que el euskera no está en su mejor momento y de que su transmisión no está garantizada. Por otro lado, nadie niega que la educación tiene un deber ineludible para la supervivencia del euskera y de la cultura vasca. Es un reto tan estratégico como ilusionante y sin duda necesitará el impulso y la colaboración de todos.

Los directores de las Ikastolas de Euskal Herria tuvimos ocasión de escuchar recientemente la conferencia de Iñaki Iurrebaso sobre la situación del euskera. Aunque no todos los indicios son negativos, la mayoría son muy preocupantes: aunque aumentamos el conocimiento del euskera, andamos débiles en capacidad (el grupo de población totalmente bilingüe no aumenta y el número de hablantes que se desenvuelven mejor en euskera que en castellano va disminuyendo); el proceso de castellanización es mucho más fuerte que el de euskaldunización, predominando en la mayoría de los casos las tendencias a favor de las lenguas hegemónicas, y los espacios respiratorios referentes del euskera se están agotando y viven una situación de estrés. Sin embargo, la comunidad vascoparlante tiene un alto grado de concienciación; aunque el contexto no la acompañe, los ámbitos familiar y escolar son los baluartes de la transmisión, y siendo la mayoría de los que saben euskera jóvenes, hemos conseguido una revolución demográfica. Por lo tanto, podemos decir que el euskera está en la encrucijada y que los siguientes cambios que se van a producir tanto en la sociedad vasca como a nivel mundial no van a beneficiar probablemente al euskera y a las lenguas minoritarias.

La Red Europea de las Lenguas (ELEN) acaba de manifestar que el euskera y la comunidad vascoparlante vivimos una "emergencia lingüística" y el Consejo Europeo de la Lengua Vasca, consciente de la urgencia de la situación, nos ha llamado a hacer una acumulación de fuerzas de emergencia a vigencia. Asimismo, ha reivindicado que se garanticen los derechos lingüísticos en toda Navarra. No podemos olvidar que en Nafarroa Garaia seis de cada diez alumnos no tienen relación alguna con el euskera, lengua propia en todo el proceso de aprendizaje, que incluso en los respiraderos de este país el uso social del euskera se está debilitando, que la administración considera el euskera con demasiada frecuencia como algo extraño en su propia casa y que los derechos lingüísticos de los hablantes son constantemente vulnerados.

Así las cosas, es evidente que el euskera necesita políticas lingüísticas tan eficaces como activas que permitan su revitalización cualitativa y un marco legal sólido que proteja el proceso. Pero no podemos dejar de pensar que las iniciativas que impulsen la normalización del euskera provendrán de las instituciones. Una vez más, la actividad popular y la iniciativa popular serán fundamentales para que el euskera tome decisiones en la dirección necesaria para respirar y alentar a la administración. Gracias a la implicación social y cultural, el euskera se recuperó a partir de los años 60 y, gracias a ello, nuestra situación actual no es aún peor. Destaca el gigantesco esfuerzo que se ha hecho y se lleva a cabo para revertir la tendencia por encima de un sinfín de obstáculos y sin apenas recursos, gracias al trabajo y sudor de las comunidades educativas escuela a escuela e ikastola a ikastola. La apuesta popular por el euskera necesita de una estrecha colaboración e implicación de todos los agentes sociales, ya que la corriente contraria es sólida. Sin embargo, hay quienes en este momento prefieren picotearse en las trincheras entre nosotros. ¿No somos conscientes de que, mientras ponemos en jaque la legitimidad del de al lado, nos van a pasar el rodillo por encima? ¿Se nos olvida que somos un pueblo sin Estado, que el euskera es una lengua minoritaria y que los modelos de currículum y de publicidad centralistas establecidos por el Estado español y francés no tienen como objetivo responder a las necesidades de nuestro pueblo?

Dejemos de dar vueltas constantemente por el pasto eterno. Aclaremos a quién, aun tratándose de bueyes de distinta naturaleza, está dispuesto a tirar del carro y a quién le interesa acabar con alguien que tira. Si el carro del euskera va a avanzar, harán falta dos potentes bueyes tirando uno al lado del otro y no pateándose el uno al otro.

Tal y como dijo en su bertso Jagoba Arrasate en el Navarra Arena: «El euskera y Navarra se necesitan mutuamente».