Mujeres científicas en la Antártida
En noviembre un total de 188 mujeres de profesiones científicas y tecnológicas de todo el mundo, se embarcaron en una travesía de tres semanas por la Antártida, donde la única actividad que se realiza es la investigación, para abordar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. En especial, los relacionados con el cambio climático, la pérdida de biodiversidad o la igualdad de género.
Anna Ferré-Mateu, astrofísica catalana y actualmente investigadora del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) es una de las científicas integrantes de esta expedición y hoy, el alumnado de Cultura Científica de 1º de bachillerato junto con el alumnado que cursó el año pasado esta asignatura, ha participado en una conferencia online donde les ha contado su experiencia y les ha transmitido su trabajo.
Les ha contado que el objetivo del programa es crear una red internacional de 10000 profesionales destacadas trabajando en diferentes áreas de STEMM (ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas y medicina) en un plazo de diez años, para que colaboren en proyectos de diversos ámbitos científicos y geográficos, impulsando el liderazgo femenino en el gran desafío climático al que se enfrenta la Humanidad, con el convencimiento de realizar una estrategia diferente, humana, inclusiva y sostenible.
Ha explicado que La Antártida es un condominio, que se rige por el Tratado Antártico que tiene estatus consultivo. El tratado prohíbe las actividades militares y la extracción de minerales, prohíbe las explosiones nucleares, apoya la investigación científica, y protege la ecozona en el continente. Es decir, se trata del área protegida más grande de la Tierra y no es para menos, ya que lo que sucede en la Antártida impacta directamente en el resto del planeta, pues es nuestro termostato. Nos ha hablado de la importancia del krill, como una de las razones para proteger el océano Antártico, y de que incluso allí, ha llegado la gripe aviar.
Un océano sano es una de las mejores defensas contra el cambio climático. Proteger el océano antártico es proteger un patrimonio que nos pertenece a todos y todas. Proteger el mar de Weddell significa proteger un espacio seguro para la biodiversidad que pueda hacer frente a los impactos del cambio climático. Así que es urgente tomar medidas.
Ha sido un lujo y un placer escucharte, gràcies Anna https://twitter.
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